La huella de carbono es una medida del impacto ambiental de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y su cálculo y gestión se están convirtiendo en una parte importante de la responsabilidad corporativa y la legislación ambiental en España.

Concretamente, se refiere a la cantidad total de GEI emitidos directa o indirectamente por un individuo, organización, evento o producto. Estos GEI incluyen, entre otros, el dióxido de carbono (CO2), que es el principal contribuyente al calentamiento global. La huella de carbono se mide en toneladas de CO2 equivalente y es una herramienta clave para entender y gestionar el impacto climático de nuestras acciones.

Normativa existente
Actualmente, existe normativa que obliga a determinadas empresas a reportar este tipo de información. En el contexto de España, el RD 163/2014 estableció un registro voluntario para que las empresas pudieran calcular y reportar su huella de carbono referida al alcance 1 y 2.

La modificación de este RD, en noviembre de 2022, incorporó la obligatoriedad de realizar este registro a todas las empresas afectadas por la Ley 11/2018 sobre información no financiera, fundamentalmente las grandes empresas no PYME de más de 250 empleados, añadiendo a las mediciones obligatorias del mencionado registro el alcance 3 de sus actividades relevantes.

Este alcance 3 se refiere a las emisiones indirectas que son consecuencia de las actividades de la empresa pero que ocurren desde fuentes que no son propiedad de la misma ni están controladas por ella. Esto es especialmente relevante para las PYMES que son proveedoras de grandes empresas, ya que pueden verse obligadas a calcular y reportar sus propias emisiones de alcance 1 y 2 para que las grandes empresas puedan incluirlas en su alcance 3. Dicha obligación entrará en vigor el 1 de enero de 2025 para actividades realizadas en 2024.

Además, esta reciente modificación del RD 163/2014 requiere que la medición de la huella de carbono sea verificada por un tercero acreditado y que se elabore un plan de reducción.

Por último, la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética establece un objetivo de reducción de al menos un 23% de las emisiones de GEI respecto al año 1990 para todas las empresas, grandes y PYMES, lo que implica la necesidad de un control más estricto sobre las emisiones.

¿Cómo puede afectar a las pymes proveedoras de grandes empresas?
La gestión de la huella de carbono se está convirtiendo en un aspecto esencial de la cadena de suministro y las empresas proveedoras deben estar preparadas para adaptarse a estas nuevas demandas para seguir siendo competitivas en el mercado.

La implementación de la huella de carbono y las regulaciones asociadas tendrán un impacto significativo en estas empresas proveedoras. Aquí hay algunos puntos clave sobre cómo esto podría afectarlas:

1. Requerimientos de información: Las grandes empresas pueden solicitar a sus proveedores datos sobre sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para incluirlos en su propio cálculo de huella de carbono, especialmente para el alcance 3.
2. Prácticas sostenibles: Los proveedores podrían necesitar demostrar prácticas sostenibles, como el uso de energías renovables y la eficiencia energética, para mantener relaciones comerciales con grandes empresas.
3. Auditorías y certificaciones: Es posible que se requiera a los proveedores obtener auditorías y certificaciones ambientales específicas que validen sus prácticas y emisiones.
4. Planes de reducción: Las empresas proveedoras podrían tener que desarrollar y presentar planes para reducir su huella de carbono, lo que podría implicar inversiones en tecnologías más limpias y eficientes.
5. Transparencia y comunicación: Mantener una comunicación transparente y regular sobre los esfuerzos y progresos en sostenibilidad será crucial para las relaciones con las grandes empresas.
6. Impacto económico: Cumplir con estos requisitos puede conllevar inversiones adicionales para las empresas proveedoras, lo que podría afectar su competitividad y rentabilidad. Si bien, cabe destacar que la reducción de las emisiones suele redundar en ahorros de consumos energéticos y de materias primas que conllevan a su vez ahorros económicos.
7. Oportunidades de mercado: Por otro lado, las empresas proveedoras que adopten medidas proactivas para reducir su huella de carbono podrían encontrar nuevas oportunidades de mercado y mejorar su imagen corporativa.